Lavar los dientes a nuestro bebé puede ser una tarea bastante complicada, sí, esta es la realidad, pero es de vital importancia empezar a hacerlo 2 veces al día desde la erupción del primer diente (entre los 5 y los 7 meses de edad) con un cepillo de dientes adecuado en su edad. Así, evitaremos la presencia de una de las enfermedades más prevalente en los niños/as de nuestra sociedad, la caries dental. Por otro lado, al empezar cuando son tan pequeños, conseguiremos que adquieran un hábito de higiene que quedará instaurado por el resto de su vida.
Utilizaremos siempre una pasta fluorada de como mínimo 1000 ppm de flúor (1000-1450 ppm). La cantidad variará en función de la edad; hasta los tres años pondremos como cantidad un granito de arroz y desde los tres hasta los seis años como un guisante. Es ideal después no enjuagar la boca con agua, simplemente escupir y si se traga un poco, no sufráis, no habrá ningún problema.
A continuación, algunos consejos que os pueden ayudar a hacerlo más fácil:
- Se tiene que tener mucha paciencia y perseverancia, pero da grandes resultados.
- Prueba a tener dos cepillos: uno por él para que lo muerda y “juegue” mientras tú lo cepillas con el otro.
- Intenta que esté estirado en el sofá, cama o cambiador.
- Ponte detrás; permite tener un mejor control sobre sus movimientos y levantar el labio superior. Cuando son bebés tenemos que levantarlo porque el frenillo labial superior tiene una inserción baja y no permite cepillar bien los dientes de delante (los incisivos superiores).
- Procura lavarte los dientes delante de él/la para que entienda que el cepillado forma parte de una rutina de higiene. Recuerda, aprendemos mucho por imitación.
- Distráelo; por ejemplo cantando una canción o con un juguete.
Dra. Judit Rabassa
Odontopediatra
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