¿Cuándo necesita un niño ir al logopeda?

Para poder comunicarnos y establecer relaciones con los demás, hablar correctamente es fundamental.

La logopedia es la disciplina que se encarga de la prevención, diagnóstico y tratamiento de los trastornos de la comunicación humana. El ámbito de actuación es muy amplio y abarca las patologías y alteraciones de la voz, el habla, el lenguaje y la audición. Por otro lado la logopedia valora, diagnostica y corrige otros problemas orofaciales relacionados con funciones tan importantes como la respiración, masticación y deglución.

 

Señales para llevar a un niño al logopeda

La prevención es salud. La mayoría de los trastornos de la comunicación se desarrollan durante la infancia y especialmente en los primeros años.

Cada vez es más frecuente quitarle importancia a las pequeñas cosas, y dejar pasar indicios que creemos que desaparecerán con el tiempo. Sin embargo, en muchas ocasiones, esta espera puede instaurar los malos hábitos en el caso de las funciones orofaciales como la  deglución o respiración y dificultar el crecimiento de las estructuras que intervienen en ellas y en el caso del lenguaje o habla puede dificultar su correcto desarrollo y evolución.

En Costa Codina, especialistas en logopedia en Granollers, recomendamos que al mínimo signo de alarma con los niños, acudan a un especialista para evaluar personalmente cada caso.

Pero, ¿cuáles son estos signos de alarma que nos indican la necesidad de acudir a un logopeda?

  • Cuando se presentan dificultades para pronunciar algún tipo de sonido
  • Si no habla o lo hace muy poco
  • Cuando omite o añade sonidos
  • Si se queda afónico con frecuencia
  • Si tiene problemas para expresarse
  • Si no gesticula al hablar
  • Cuando se detecta que existe dificultad de comprensión
  • Si detectamos que no escucha bien
  • Si tiene dificultad para tragar la comida o ciertos alimentos
  • Si mantiene la boca abierta habitualmente y observa que respira más por la boca, ronca de noche o su respiración es sonora
  • Si mantiene el hábito de utilizar chupete o chuparse el dedo más allá de lo normal. Lo ideal sería ir reduciendo su uso a partir de los 18-24 meses
  • Si observa que su lengua tiene tendencia a estar apoyada entre los dientes o hacia fuera

En cuanto a la comunicación, tenemos que prestar clara atención a ciertas edades:

    • Cuando es bebé, hasta los seis meses aproximadamente, algunas de las señales son la falta de llanto, de sonrisa y de balbuceo.
    • Hasta el primer año, hablar sin consonantes o la falta de interacción al jugar, nombrarle o saludarle, pueden ser otras señales.
    • Entre el año y año y medio, observar si el niño dice pocas palabras, olvida cosas aprendidas y no señala.
    • A los dos años de edad, el niño debería aprender a nombrar a personas y decir su nombre. Algo a tener en cuenta sería que no supiera decir mamá, papá o algún nombre familiar.
    • Entre los dos y tres años, una señal es que no utilice frases de dos palabras y no entienda pequeñas frases.
    • A partir de los cuatro años, uno de los factores a observar es la comprensión del lenguaje por parte de los adultos, es decir, si a los adultos nos resulta fácil entender lo que el niño nos quiere decir.
    • A partir de los cinco o seis años, el niño puede contar una pequeña historia o experiencia.
    • Con seis o más años, otra señal de alarma es la falta de comprensión y expresión del niño.

Todas estas dificultades pueden provocar en el niño un retraimiento al no poder comunicarse como él quiere y al darse cuenta de que los demás no entienden lo que él dice. Esto también es algo que debemos tener en cuenta y observar, tanto en el colegio como en el ámbito familiar.

 

Expertos en Logopedia en Granollers

Si detectas alguna de estas señales o crees que algo no va bien, no dudes en consultar con un logopeda.

Las dificultades de lenguaje, habla, voz y funciones orofaciales no se reeducan de un día para otro. Es necesario realizar un buen diagnóstico inicial para después adaptar la reeducación de sus dificultades de la manera más personalizada.

Si has observado en tu hijo o hija algunas de las dificultades que hemos citado anteriormente, no dudes en consultarnos.