El tabaco es el aliado de una amplia variedad de enfermedades, un enemigo común para la salud bucal y respiratoria.
En muchas de estas enfermedades se considera un factor de riesgo adicional, mientras que en otras puede ser el elemento principal desencadenante y/o agravante.
Las enfermedades de las encías (como la periodontitis) y también las enfermedades respiratorias (como la EPOC o la bronquitis) comparten este factor de riesgo y, por eso los especialistas subrayan que no fumar es la primera medida que hay que tomar para prevenir tanto la neumonía como la bronquitis, a la vez que se asegura una buena salud bucodental.
Lo que el humo esconde
El humo del tabaco esconde muchos secretos y demasiados peligros para la salud. Esta capacidad adquiere una dimensión especial en el ámbito bucodental, ya que bajo la apariencia de protección que tiene el fumador frente de las enfermedades periodontales, se esconde un riesgo más grande de sufrir este tipo de trastornos.
El daño que provoca el humo del tabaco a la salud bucodental va más allá del clásico y conocido efecto de manchar los dientes y la halitosis. La amenaza real más grande es silenciosa y no se ve.
El tabaquismo está estrechamente relacionado con la enfermedad periodontal y provoca la pérdida de piezas dentales. Y, junto con el alcohol, es el causante principal del cáncer oral.
Los fumadores no sólo tienen tres veces más riesgo de sufrir periodontitis y que progrese más rápidamente, sino que en estas personas se suele retrasar mucho más en el diagnóstico y, por lo tanto, se posterga la puesta en marcha del tratamiento más oportuno para esta enfermedad.
Además, fumar tiene una influencia directa (y negativa) en la respuesta al tratamiento de la enfermedad periodontal, puesto que es también uno de los principales factores que se asocian al fracaso de la terapia con implantes dentales.
El odontólogo os puede ayudar
En este contexto, como resalta la Dra. Regina Dalmau Gonzalez-Galarza, presidenta del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), “los odontólogos, como profesionales sanitarios, tienen un papel importante como referentes de aquello que tiene que ser un estilo de vida saludable; tienen, además, la oportunidad de ver pacientes en edades muy diferentes, desde niños hasta gente mayor, con lo cual el mensaje de prevención se extiende a una parte importante de la población”.
Fuente: SEPA