Dormir es una necesidad fundamental en el ser humano. Dormir no es un mero descanso, sino que es un estado activo donde el organismo renueva su salud física y mental.
Cuando existe una situación, patológica o no, que impide tener un sueño reparador aparecen síntomas como la fatiga, pérdida de concentración o irritabilidad. Esto ocurre porque la falta de sueño no solamente afecta al nivel de energía del individuo, sino también al estado psíquico y mental de este.
Varios trastornos del sueño privan, a las personas que los sufren, de un descanso efectivo. Estas alteraciones son un importante problema de salud pública por su gran incidencia en la población y sus importantes repercusiones en múltiples esferas de la vida del individuo. Afortunadamente, la mayoría de los trastornos del sueño tienen tratamiento. Las apneas del sueño son una causa importante de sueño no reparador en la población adulta. El 40% de la población sufre ronquidos patológicos y de estos, la mitad sufre apneas.
Una apnea se define como el cese completo del flujo de aire hacia los pulmones durante un mínimo de 10 segundos.
En la apnea del sueño, los músculos se relajan y obstruyen el flujo de aire, disminuyendo la concentración de oxígeno en la sangre. Esta apnea provoca que, en ocasiones, el paciente se despierte de forma brusca por la sensación de ahogo que le produce. Esto conduce a una fragmentación del sueño, con la consecuente disminución del descanso nocturno. Una vez finalizada la apnea, los músculos recuperan su tono normal, se alivia la obstrucción y se retoma la respiración, frecuentemente con un grande ronquido.
Las consecuencias de las apneas van desde dolor de cabeza, cansancio, somnolencia, pérdida de memoria, irritabilidad, bajo rendimiento, riesgo de accidentes a ictus, infarto, hipertensión o diabetes entre otros.
Tratamientos
Existen varias opciones terapéuticas
– La primera opción para una apnea moderada o grave es un CPAP que es una mascara nasal que se encuentra conectada a un dispositivo que insufla aire directamente en la nariz con una presión suficiente para conservar abiertos los conductos aéreos superiores y evitar el colapso respiratorio y los ronquidos.
El problema es que del 100% de los pacientes a los que se los prescribe el CPAP, el 25% no quiere ni empezar y del 75% que queda, el 30% lo deja porque no lo tolera.
– La férula de adelanto mandibular DAM, que es un dispositivo que desplaza hacia adelante la mandíbula y la lengua, evitando el bloqueo parcial o total de la vía aérea.
Está indicada en el tratamiento de hipoapneas o de apneas leves, o bien como alternativa de tratamiento más cómodo al CPAP.
Esta férula está hecho a medida para cada paciente y la colocan los odontólogos.
Aquí teneis mas información sobre la férula DAM :
Dra. Judit Rabassa
Núm Col. 5798
Postgrado en Oclusión, Disfunción Temporomandibular i Dolor Orofacial