Las muelas definitivas de los niños tienen imperfecciones llamadas fosas y fisuras.
Fig. 1. Muela sin sellar
Fig. 2. Muela sellada
Al masticar, las fosas Y las fisuras se llenan de restos de comida y bacterias, y son inaccesibles a la limpieza diaria con el cepillo de dientes. Los restos de comida fermentan por la acción de las bacterias y se producen ácidos que atacan el esmalte. Si esto perdura en el tiempo, se produce una caries.
Las caries se producen más rápidamente en el niño que en el adulto porque el esmalte es immaduro, por lo tanto, para evitarlo se hace el sellado de fosas y fisuras y este tendrá que ser precoz.
El sellador es una resina que se introduce en las fosas y en las fisuras para evitar que se acumulen restos de comida. Sólo son beneficiosos en muelas sanas, por eso el momento óptimo para colocarlo es cuando estas muelas erupcionan, las primeras a los 6 años y las segundas a los 12.
Esta es una medida de prevención activa.
Odontopediatra
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