Cuidar las encías no solamente aporta beneficios importantes para la salud oral, sino que también presenta consecuencias positivas sobre la salud general. Por eso, el tratamiento periodontal es un pilar esencial para garantizar una mejor salud global.
Las últimas encuestas sobre salud oral realizadas en nuestro país ponen de manifiesto que en España aproximadamente el 90% de la población de más de 35 años presenta algún problema relacionado con las encías.
Las enfermedades periodontals son patologías infecciosas de origen bacteriano que afectan los tejidos que rodean los dientes. Tienen un origen multifactorial, y también influyen factores genéticos, ambientales, locales…
La gingivitis y la periodontitis son las dos principales enfermedades periodontales. Cuando sólo está afectada la encía, causando un proceso inflamatorio reversible, se denomina gingivitis; en el caso de la periodontitis además de la inflamación de las encías, se produce una destrucción irreversible de los tejidos que soportan el diente poniendo en peligro su supervivencia.
Consecuencias negativas
Las enfermedades periodontales, además de las claras consecuencias que tienen a nivel oral, también tienen una repercusión a nivel sistémico: es decir, que las consecuencias negativas se pueden extender más allá de la boca y afectar otras partes del organismo y potenciar o complicar algunos trastornos tan frecuentes e importantes como la diabetes.
A nivel oral, el efecto más tangible de las enfermedades periodontales (y verdadero punto final de esta enfermedad) es la pérdida dentaria que puede comportar problemas funcionales y estéticos importantes. Pero además, estas enfermedades pueden cursar con sangrado, halitosis, recesión gingival, movilidad dentaria, dolor… que pueden afectar negativamente la calidad de vida.
Beneficios en la salud oral
Uno de los principales beneficios del tratamiento periodontal a nivel oral es que evita la pérdida de dientes; de hecho, la evidencia científica disponible revela que esta terapia resulta predecible a la hora de las tasas de “mortalidad” *dentaria.
Y es que el principal objetivo del tratamiento periodontal es el mantenimiento a largo plazo de los dientes naturales en un estado saludable, funcional, estéticamente aceptable y sin dolor. Para hacerlo es prioritario parar el proceso de la enfermedad inflamatoria y controlar los posibles factores de riesgo asociados.
Los datos obtenidos en estudios recientes demuestran que los pacientes que reciben tratamiento periodontal pierden una media de 0.1 dientes por persona y año ante los 0.6 dientes por persona y año que pierden los pacientes que no reciben tratamiento. Eso sí, los resultados se obtienen y mantienen en el tiempo siempre que el paciente reciba una terapia de mantenimiento adecuada y periódica.
El hecho de conseguir salud y buenos resultados a largo plazo permitirá además, que los pacientes se puedan beneficiar de todo el arsenal de tratamientos que los equipos multidisciplinarios pueden ofrecer, hoy en día, para conseguir una boca saludable, funcional y estética, mejorando así la calidad de vida.
Otro efecto beneficioso del tratamiento periodontal es su capacidad de producir mejoras en las diversas variantes clínicas, lo cual se traduce en la ausencia de sangrado, menor movilidad dentaria y control de la halitosis.
Actualmente, como se ha publicado en un informe reciente de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) se estima que en un 90% de los casos de halitosis (mal aliento) el origen del mal olor es a la boca y en más de la mitad de estos casos (alrededor del 60%) el problema está vinculado estrechamente con algún tipo de patología periodontal (gingivitis en un 60% y periodontitis en el otro 30%).
¿Y también beneficia a la salud general?
En la actualidad, cada vez hay más evidencia científica que pone de manifiesto las importantes vinculaciones entre la salud periodontal y la salud general.
Las repercusiones de la enfermedad periodontal a nivel sistémico derivan, bien de la presencia de gran cantidad de bacterias a nivel subgingival que pueden producir un efecto directo, o bien de la inflamación sistémica que generan. Esto hace que las enfermedades de las encías puedan aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, de tener un parto prematuro o que el feto registre un bajo peso al nacer o de producir descompensación de la diabetes, entre otros muchos efectos.
En las enfermedades cardiovasculares
Lo evidencia más reciente muestra como la periodontitis se relaciona de forma significativa e independiente con las enfermedades inflamatorias crónicas más comunes de la edad, entre las cuales se incluyen las enfermedades cardiovasculares. En este caso, el efecto beneficioso del tratamiento periodontal viene determinado por la reducción consistente y progresiva de la inflamación sistémica y una mejora de la función endotelial, ambas asociadas a un riesgo más alto de infarto de miocardio. A pesar de que la evidencia todavía es limitada sobre los efectos del tratamiento periodontal en la disminución del riesgo cardiovascular, parece que los datos disponibles sustentan la existencia de una relación causal entre los dos elementos. Es por eso por el que tenemos que tener en cuenta la recomendación de la Asociación Americana de Cardiología, que aconseja cuidar las encías como una medida más de prevención secundaria de las enfermedades cardiovasculares.
En la diabetes
Otra enfermedad inflamatoria crónica con la cual las enfermedades periodontals tienen una amistad peligrosa es con la diabetes.
Los últimos años se está constatando que la asociación entre estas dos enfermedades es bidireccional, lo cual quiere decir que no solamente la diabetes aumenta el riesgo de sufrir enfermedades periodontales, sino que también las enfermedades periodontales pueden hacer empeorar el control de la glucemia en personas con diabetes.
En este caso, el tratamiento periodontal podría ser beneficioso a la hora de mejorar el control de la glucemia en las personas con diabetes. Según los últimos datos que se han publicado sobre el tema, el tratamiento periodontal permite una mejora de los niveles de glucemia de 0.40% en personas con diabetes tipos 2 durante al menos, tres meses de terapia. Además, otros estudios recientes muestran que después de realizar el raspado y alisado radicular se produce una disminución absoluta de los valores de hemoglobina glicosilada (*HBA1C) del 0.4%. De acuerdo con esto, se asume que la salud bucal y periodontal tiene que ser parte integrada en el control de la diabetes.
En el embarazo
Por otra parte, los últimos años se han llevado a cabo numerosos estudios de intervención para obtener una evidencia más grande sobre el posible papel de la periodontitis en los resultados adversos del embarazo. En la mayoría de estos estudios se constata que cuando la madre embarazada tiene una peor salud periodontal (sobre todo en los casos de periodontitis) hay un riesgo más grande de tener un parto prematuro. La cuantificación de esta asociación entre enfermedad periodontal y parto prematuro es variable entre varios estudios y poblaciones; en España, según los datos publicados, el riesgo de prematuridad es el doble en las mujeres con encías enfermas que en mujeres con encías sanas.
Ahora se está investigando si el tratamiento de la periodontitis durante el embarazo puede reducir el riesgo de prematuridad. Por ahora, este punto no tiene confirmación de manera clara, pero si se ha podido establecer que esta terapia es segura para la madre y para el feto durante el segundo trimestre del embarazo mejorando de manera significativa la salud gingival de la madre.
En definitiva, una adecuada salud gingival conseguida con tratamiento periodontal e higiene bucal son fundamentales a la hora de prevenir futuras patologías a nivel oral; pero, además, en la actualidad se sabe que unas encías sanas producen una mejora en la salud general.